martes, 6 de agosto de 2013

El arte culinario

















Desde muy niña siempre me interesó el tema de la cocina, tal vez porque era demasiado torpe para jugar a la pinta. Me acomodaba más el calor del hogar, hacer manualidades y ver el canal Gourmet con mi papá. Recuerdo un programa en específico donde aparecía una monja que cocinaba maravillosos dulces con sus manos llenas de amor. Cerca de los 6 años decidí tomar su ejemplo y cocinarle al resto de mi familia, cosas simples y ricas, sobre todo dulces; pero no fue por el altruismo que probablemente movía a esta monjita del Gourmet, yo quería ver la cara de satisfacción de los demás.
Siempre he creído que las comidas que uno le cocina al resto o a sí mismo proporcionan dos sensaciones reconfortantes:
1.- Cuando le cocinas a alguien, si tienes el cariño que tengo yo, le estás dando una muestra de amor y esa persona lo capta -espero-. 2.- Es una acción terapéutica, al menos para mí. Me libera del estrés del día, es un cambio en la rutina y mantiene ocupada mis manos y mi mente un rato.

Creo que las artes culinarias otorgan identidad, es decir, lo ha hecho por siglos en diferentes países, culturas, etc. O si no no pensaríamos en un Baba ganoush cuando hablamos de comida árabe o en un Foie Gras al mencionar Francia. Mi comida es el sello que tengo, es una variación de ingredientes y preparaciones que sé que me gustan y me acomodan, son platos que sé que la gente quiero que pruebe y que quiero que me den.

En fin, después de una breve reseña de mi interés culinario me explico:
la idea de este blog es mostrarles a ustedes mis tincadas por los mejores locales para ir a comer, en qué se deben fijar para saber si es un buen restaurant o no, recetas hechas por mí o que vi por ahí y me parecieron interesantes, los platos de moda y más. Espero que sea de su agrado.

Gracias por visitar!


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